Racing
Durante los primeros 10 minutos del encuentro, la supremacía le perteneció al Bicho de La Paternal. La receta fue simple y práctica: copar el mediocampo con el doble cinco que componen Néstor Ortigoza y Mercier y abrir la cancha con Ismael Sosa y Gustavo Oberman. El cabezazo desviado de Facundo Coria, luego de un centro desde la derecha, fue la situación más nítida que tuvo el visitante en ese prometedor arranque.
Con el correr de los minutos, Racing empezó a acomodarse tácticamente y le dio mayor tenacidad a su mediocampo. El equipo de Miguel Angel Russo apretó las marcas y, como consecuencia, obligó a Argentinos a centralizar sus ataques. Pero a la hora de ir por la apertura del marcador, la conducción de Lugüercio era confusa y sólo las apariciones de Gabriel Hauche por la franja derecha ilusionaban a los hinchas racinguistas.
A los 21, llegó la primera gran chance para la Academia: Luis Ojeda falló un pase en la salida, llegó un pelotazo para Claudio Bieler y justo a tiempo se cruzó Juan Mercier para evitar un mano a mano que tenía aroma a gol. En su intento desesperado por despejar, el ex Platense casi convierte en contra de su valla.
El encuentro adoptó una inquebrantable paridad y cada uno contó con escasas
El complemento arrancó con todo. Primero, Sosa le ganó a Ayala y buscó en el área a Coria, que conectó de cabeza pero la pelota salió cerca. Luego, fue el turno de Racing: Lluy se acomodó para su derecha y lanzó un balazo que salió muy cerca del palo. Pero lo que no se alteró fue la temática del partido, ya que la Academia no acompañaba sus buenas intenciones con creatividad. Entonces, Russo adelantó a Mercado para que se acoplara al circuito de toques con Lugüercio y Falcón y la movida le dio ciertos réditos.
No obstante, la mayor tenencia de la pelota no le entregó ninguna garantía a la Academia, que empezó a sufrir los contragolpes profundos del Bicho. Las intervenciones de De Olivera le ahogaron más de un grito a los de Borghi. Hasta que el
A los 41, llegó la clara infracción de Ojeda sobre Bieler y Pezzotta no dudó en cobrar el penal. Yacob asumió la responsabilidad pero derrochó la gran oportunidad de empatar al rematar muy suave a la derecha. No hubo tiempo para más en la noche de Avellaneda, donde el local cambió los elogios obtenidos ante Boca por un caudal de incógnitas. A Argentinos poco le importó la delicada situación de su rival y se fue del Perón con alegría porque quedó a seis de la cima y el miércoles completará su partido pendiente con Newell´s.
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